Pues si no os cuentan ninguna aventura ellos ya os cuento yo una de las muchas.
Resulta que Isaac y Txomi eran muy buenos. Un día de
verano´, estabamos todos cogiendo patatas, se les ocurrio la brillante idea de econderse cerca de la
carretera, por mi
casa y liarse a tirar
piedras a todos los
coches que pasaban.
Pues con tán buena puntería que alcanzaron a uno y pum, la luna de alante añicos. Se bajo, el del
coche, los pilló y fueron a buscar a sus padres. Vinieron hasta la pieza donde estaban
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