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CAÑAS: Pero que salada era mi abuela Santos. Mi abuelo Cecilio...

Pero que salada era mi abuela Santos. Mi abuelo Cecilio tenía peor genio, pero nos adoraba.
Yo siempre dormia con mi abuela hasta que murió.
Me contaba unas historias.
Mi abuelo Tomás también nos contaba mil batallas, de la guerra y de cuando era joven. Les encanta a los mayores contar batallas.