Cerca de los restos de la fortaleza quedan también los restos de la
ermita rupestre de
San Martín, hoy en día abandonada y fuera de culto. Era una pequeña
iglesia prerromana cavada en la
roca.
Antes de convertirse en ermita se cree que fue la iglesia de
Castilseco, y qué cuando los habitantes de Castilseco se trasladaron al
valle y crearon el nuevo
pueblo y la nueva iglesia, ésta se convirtió en ermita.