Yo solamente, creo que he vivído tres riadas, en la primera era una cria y mi padre nos levantó de la cama a mi hermano y a mí para verla, fué un espectáculo dantesco, y al día siguiente se veía pasar el
agua por los portones de
casa de Mateo de delante hacia atrás, como si fuera una auténtica riada, los habían abierto porque se formó una balsa inmensa, y en la cocina de Raimundo entró el agua casi hasta la cintura, supongo que se les ahuecarían todos los azulejos.... nosotros salvamos porque la
... (ver texto completo)