Lourdes, esta vez la culpa ha sido de las vacaciones, el no verme en la Plaza degustando el CLARETILLO. Lo celebré a mi manera con mi familia con dos botellas, una de blanco y otra de clarete, (de Cordovín) en un pequeño restaurante de Benidorm, acompañados de unos mejillones y unas gambitas de entrada y después una paella mixta de carne y pescado y de postre dos buenos chaparrazos de un tinto de Hormilleja. Un abrazo de un chinche.