Es mi pequeño
homenaje a mi querido tío que nos dejó el pasado 21 de Diciembre.
Lo recordaré como una de las personas más afables que he conocido; como el guardia civil que siempre ví de paisano, creo que nunca llegué a creer que lo fuera porque su afecto carecía de tricornio.
Su condición de cordovinacho la ejerció mientras su edad lo permitió y todas septiembres retornaba a su querido
pueblo.