La sonrisa de la infancia es única, auténtica, irremplazable. Bonita foto en el rellano-jardín más florido del pueblo por aquéllos entonces. Joaquín esperando el disparo del fotógrafo para salir pitando a jugar... qué años y qué sonrisa tan bonita tienen ambos. Estoy contigo Dari... en la ubicación, lo de los patines yo se los veo muy flojos... vamos que si se descuida un poco se desmorra. Menudos patines tiene Marisa!, el lugar puede ser el rellano de casa de Rosalina