Ya sabes Teo... sobre todo cuando las huertas están activas, estos guardianes florecen por ellas.
Muy bueno tu comentario, desconecta un poco del trabajo que luego vienen estos sueños ja ja. Joér, que susto con el guardián, pensaba que era un antropomórfo, del Monasterio de Suso, de las excavaciones de los años 70. pues a vista de pajaro realmente es igualito a las sepulturas medievales. Un Saludo. Pepe, Pepe qué gusto da leerte, qué buena memoria, qué grato relato... y cuan difícil eran las cosas sin coches, sin móviles, ahora parece imposible pensar cómo se apañaba la gente.
En cuanto al champiñón, Pradejón, Rincón... etc se han reciclado y de qué manera, las producciones no tienen nada que ver con nuestros recuerdos, nada de cuevas, buena desinfección, producción empresarial, otro mundo. Hola Toño, aunque eres joven, una vez más nos demuestras que eres conocedor de muchos de los entresijos de las historias de nuestro pueblo.
El tema del BOOM del champiñón me parece sumamente interesante.
Relatas muy bien la construcción de aquellas cuevas que se hicieron para el cultivo de este producto. Aunque como siempre ocurre cada maestrillo tiene su librillo. Por cierto muchas de ellas carecían de luz eléctrica, para el alumbrado se servían mediante, candiles de carburo y también con velas.
Como... Así era Toño pero tú debías de ser muy pequeño, porque yo lo recuerdo muy vagamente, en Valdecañas mi padre y mi tio Eliseo también ponían champiñón, Fernando sabrá de quíen era el cueva... (¿hace primo una entradita?) y en el cierzo mi abuelo Mariano también tenía otra cueva para la misma historia que cuando yo la recuerdo ya se había hundido enfrente de la bodega de Cesar del Rio, al lado de unos preciosos e inmensos cerezos de mi tio Leandro-abuelo de Antonio Alberto (a los cuales yo me subí en...
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