CORDOVIN: Nacho... qué recuerdos y qué gran memoria....

SALIR A TOMAR LA FRESCA

Desvanecido el sopor del duro día, el frescor de la noche era recibido como el mejor postre de la cena veraniega.
La calle Real se llenaba de banquetas y silletes frente a cada fachada, formándose varios grupos de relajada charla saboreando la agradable brisa de la noche; por si el fresco no rea suficiente, las gavillas de centeno remojadas- que servirían a la madrugada para atar los haces de la siega- hacían de cómodas colchonetas a los más pequeños.
Iluminada por dos pendulares bombillas (una en la esquina de la casa de Jesús Moreno, la otra en la esquina de la de Arecio), en el centro de la calle predominaba la penumbra, mientras la luminosidad de las esquinas polarizaba la atención de moscas y mosquitos. El centro de la calle era el lugar de relajo, conversación y silletes; la esquina de Arecio reunía a la chiquillada, más ruidosa y descansada, jugando "al bote"o a "los tres navíos" y, sentados en el madero, un grupo de ancianos se refrescaban consolándose con la alegría de la juventud.
El suelo, de tierra y grijo, hacía rezumar mejor el frescor y la humedad subterraneos, el canto de grillos, ranas y algún buho, el aire con aromas de mies seca y tomillo, también de corral y de animal doméstico, resultaba grato, permitiendo la tonificación de los abatidos cuerpos, preparandolos para el sueño y nuevas fatigas.
Las serenas conversaciones, los chascarrillos, las graciosas dicharachadas, relajaban las mentes, mitigaban los cansancios y contruían vecindad. Los juegos de la muchachada forjaban habilidades y alegría.
TOMAR LA FRESCA era entrar en un dulce remanso de tan fatigada vida.
Nacho.

Nacho... qué recuerdos y qué gran memoria.
Lo que me he reido pensando en las gavillas de centeno remojadas y... "el culo mojado" de los más pequeños, porque aunque eso no lo cuentas, tal y como te expresas... debia de ocurrir asi.
Qué bonitas noches a la fresca en todos los barrios, pero sobretodo el vuestro de Inma y tuyo... sería seguramente de los más concurridos por la cantidad de chiquillería.
Precioso relato, sigue así.