Mi perdición... la cazuela de bacalao, no sabía que todavía se almorzaba eso, sois unos privilegiados, ¿me habeis oido o qué?, así tal cual la recuerdo, con el periódico para que no se manche la cesta, esas cestas de mimbre que están quedando en desuso. Juven, ¿quién sabe hacer esta maravilla...?