Buena razón tienes Toño, esto se debe al espléndido y silencioso trabajo de los viticultores, no siempre reconocido por las
bodegas en cuanto a lo económico ni en cuanto a la gente de a pie.
Ahora que los médicos reconocen que una copa de vino es cardiosaludable y nos evitaría gasto en medicamentos, por las arterias.... por el ánimo que da este excelente caldo etc.