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Efectivamente Lourdes, practicamente exceptuando los burr@s los animales de labranza todos tenian su nombre, pues era una buena forma de guiarlos, mi caballo se llamaba "pequeño".
Por aquellos años las parejas de mulas y caballos de Cordovin destacaban en los pueblos vecinos. Los mas significativos que yo recuerdo eran los del Sr Demetrio y Chencho siempre los tenian brillantes y bien peinados.
Algunas parejas de estos animales Rafael el "herrador" les cortaba el "rabo" alla en la "fragua" era una operacion sencilla. Primero se aseguraba que el animal estuviera bien atado, y una vez cortado se le pasaba una pletina "rusiente por el corte" y cuando esto se curaba le daba un aire muy decorativo.
Con el trozo de rabo sobrante no se que harian, si lo llevaban a Cerro Calvario que era donde tiraban a los ganados que se morian para que los buitres y cuervos tuvieran su mejor manjar. Nosotros los chiquillos aparte del "olor veiamos el espectaculo".
Me tenia contado un tio mio de Cardenas hermano de mi madre que el Señor Demetrio en el mes de septiembre solia bajar a por cascajo al Najerilla y la gente, al oir el sonido de los cascabeles y campañillas, salian a la puerta para verlo.
Por aquellos años las parejas de mulas y caballos de Cordovin destacaban en los pueblos vecinos. Los mas significativos que yo recuerdo eran los del Sr Demetrio y Chencho siempre los tenian brillantes y bien peinados.
Algunas parejas de estos animales Rafael el "herrador" les cortaba el "rabo" alla en la "fragua" era una operacion sencilla. Primero se aseguraba que el animal estuviera bien atado, y una vez cortado se le pasaba una pletina "rusiente por el corte" y cuando esto se curaba le daba un aire muy decorativo.
Con el trozo de rabo sobrante no se que harian, si lo llevaban a Cerro Calvario que era donde tiraban a los ganados que se morian para que los buitres y cuervos tuvieran su mejor manjar. Nosotros los chiquillos aparte del "olor veiamos el espectaculo".
Me tenia contado un tio mio de Cardenas hermano de mi madre que el Señor Demetrio en el mes de septiembre solia bajar a por cascajo al Najerilla y la gente, al oir el sonido de los cascabeles y campañillas, salian a la puerta para verlo.
Yo solo he conocido -que recuerde ahora- a Venancio herrando delante de su casa... el que herraba en la plazoleta del sindicato no lo recuerdo físicamente. De las filigranas del trabajo el que más debe de saber será supongo Juven, él nos contará, dejo la ventana abierta.