Con la llegada de las reformas lógicas del terreno para el arreglo de las nuevas parcelas vamos a perder para siempre gran parte de nuestro patrimonio paisajístico. Es una pena pero es el precio a pagar si queremos tener una
agricultura más competitiva.
Aunque hay quien opina que nuestra singularidad y competitividad radicaba en lo que teniamos. Cuestión de opiniones.