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Cardenales y Gitanos
Efectivamente Toño, han sido bastantes los de ambos pueblos que encontraron su media naranja. Como bien dices los de Cardenas de sangre calé.
Recuerdo que cuando yo iba a Cardenas, algunos me llamaban “ranero” y me sentaba malísimamente, luego con los años descubrí que lo decían con ironía ya que en nuestro pueblo carecíamos de agua.
El dia que falleció Hilaria me acerque al tanatorio, y su hijo Miguel Angel me conto algunas historias de su padre y el mío. A mi mi padre nunca me conto ninguna falleció cuando yo tenia 10 años.
Parece ser que fueron dos pájaros de largos vuelos. Con sus bicicletas se recorrían todo el contorno en busca de algún amor y hasta llegaron hacer sus pinitos en Cenicero.
En alguna ocasión me conto que en alguno de los pueblos les caían muy bien a las chicas, pero no a los mozos, pues estos no admitían que vendrían dos de fuera y se las quitaran, hasta el punto de que en alguna ocasión, tener que salir por piernas.
Despues de tanto recorrido, a parar al pueblo los gitanos.
Cuando yo era pequeño los gitanos vagaban de un pueblo a otro, en ninguno se les quería, los guardias no los tragaban, y los gitanos a ellos mucho que los temían. Recuerdo alguna ocasión de hacerles barbaridades, que hoy nos sorprenderían. Pero entonces solo eran unos gitanos y esta política parece que viene de muy atrás.
Porque a los de Cardenas se les llama también gitanos. Por una razón muy sencilla. Parece ser que allí los gitanos fueron siempre bien venidos y nunca fueron expulsados. Esto es lo que deberíamos haber hecho también nosotros.
Efectivamente Toño, han sido bastantes los de ambos pueblos que encontraron su media naranja. Como bien dices los de Cardenas de sangre calé.
Recuerdo que cuando yo iba a Cardenas, algunos me llamaban “ranero” y me sentaba malísimamente, luego con los años descubrí que lo decían con ironía ya que en nuestro pueblo carecíamos de agua.
El dia que falleció Hilaria me acerque al tanatorio, y su hijo Miguel Angel me conto algunas historias de su padre y el mío. A mi mi padre nunca me conto ninguna falleció cuando yo tenia 10 años.
Parece ser que fueron dos pájaros de largos vuelos. Con sus bicicletas se recorrían todo el contorno en busca de algún amor y hasta llegaron hacer sus pinitos en Cenicero.
En alguna ocasión me conto que en alguno de los pueblos les caían muy bien a las chicas, pero no a los mozos, pues estos no admitían que vendrían dos de fuera y se las quitaran, hasta el punto de que en alguna ocasión, tener que salir por piernas.
Despues de tanto recorrido, a parar al pueblo los gitanos.
Cuando yo era pequeño los gitanos vagaban de un pueblo a otro, en ninguno se les quería, los guardias no los tragaban, y los gitanos a ellos mucho que los temían. Recuerdo alguna ocasión de hacerles barbaridades, que hoy nos sorprenderían. Pero entonces solo eran unos gitanos y esta política parece que viene de muy atrás.
Porque a los de Cardenas se les llama también gitanos. Por una razón muy sencilla. Parece ser que allí los gitanos fueron siempre bien venidos y nunca fueron expulsados. Esto es lo que deberíamos haber hecho también nosotros.
