Aquí este carpintero puso su esmero en unos espléndidos peces.
En una vuelta o ruteo por el pueblo, he descubierto que a pesar de lo poco que se utilizan por la llegada de los timbres todavía se conservan unos veintisiete llamadores...
En una vuelta o ruteo por el pueblo, he descubierto que a pesar de lo poco que se utilizan por la llegada de los timbres todavía se conservan unos veintisiete llamadores...