Nacho, que gran corazón y que sentimiento tan profundo tienes, (de tal palo, tal astilla). Yo anoche cuando me avisaron, no quise creerme lo sucedido y como vosotros, he descubierto tarde lo que escondia Vale. Ese cariño llano y natural que transmitia, sin darse importancia.
No oí ladrar los perros, aunque, si oí el ulular de la lechuza, pero, ya era tarde. Gracias Nacho
No oí ladrar los perros, aunque, si oí el ulular de la lechuza, pero, ya era tarde. Gracias Nacho
Mi mas sentido pesame, a la familia de Vale en especial a Tere y Ali.