Perdona Nacho, que no te haya contestado antes. Efectiva mente los jóvenes son los que as apuntado, a la izquierda de Carmen, esa cabeza de perfil creo que es Samuel.
Aprovechando que Toño, ha sacado el tema de las escaleras parece ser que estos restos permanecieron durante unos cuantos años. Recuerdo cuando a condicionaron el piso de arriba, para viviendas y construyeron las otras dos escaleras en la fachada principal. Lourdes lo hicieron tu padre y tu tío Eliseo ¡que montón de cosas habrá todavía por el pueblo que hayan intervenido ellos! Recuerdo la escalera lateral que era de hormigón y la repisa de abajo ocupaba parte de la plaza. También recuerdo que por la parte exterior estaba rodeada por un baranda u de hierro, a su vez sujetado por unos tirantes de una gran altura que sujetaban el baranda u en la pared. En estos tirantes cuantas veces los chiquillos nos montábamos nuestro propio circo. Nos lanzábamos hacia abajo primero empezábamos con una distancia de dos o tres escaleras e íbamos subiendo escaleras aumentando la distancia y cada vez mas alto.
Cuando éramos pequeños nos contaban que cada uno de nosotros teníamos un Angel de la guarda. De no haber sido por estos angelitos no sé… no sé… que hubiera sido de algunos de nosotros…
Aprovechando que Toño, ha sacado el tema de las escaleras parece ser que estos restos permanecieron durante unos cuantos años. Recuerdo cuando a condicionaron el piso de arriba, para viviendas y construyeron las otras dos escaleras en la fachada principal. Lourdes lo hicieron tu padre y tu tío Eliseo ¡que montón de cosas habrá todavía por el pueblo que hayan intervenido ellos! Recuerdo la escalera lateral que era de hormigón y la repisa de abajo ocupaba parte de la plaza. También recuerdo que por la parte exterior estaba rodeada por un baranda u de hierro, a su vez sujetado por unos tirantes de una gran altura que sujetaban el baranda u en la pared. En estos tirantes cuantas veces los chiquillos nos montábamos nuestro propio circo. Nos lanzábamos hacia abajo primero empezábamos con una distancia de dos o tres escaleras e íbamos subiendo escaleras aumentando la distancia y cada vez mas alto.
Cuando éramos pequeños nos contaban que cada uno de nosotros teníamos un Angel de la guarda. De no haber sido por estos angelitos no sé… no sé… que hubiera sido de algunos de nosotros…