Efectivamente, son golondrinas. Y ansiosas por comer porque aunque no pillé a la madre cuando vino a alimentarlas fue por la rapidez en que vino y se fue que no dio tiempo ni a disparar la foto, jejeje. Por cierto, el nido está en el Monasterio de Valvanera así que supongo que la virgen les tendrá bien resguardados de los depredadores...