La mañana estuvo ventosa y muy fresquita.
El recorrido de la
procesión se acortó éste año siguiendo las indicaciones del párroco.
Cuando llegamos a la altura de la
fuente, en lugar de bajar la cuesta nos metimos por la
calle de ésta y rápidamente estuvimos de vuelta en la
plaza. Lo que se dice una procesión relámpago.
Tuvimos que degustar el chicharrillo escabechado en el hogar del jubilado allí estuvimos bien protegidos del fuerte norte de la mañana. Con el clarete que acompañó al aperitivo enseguida
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