Ahora los chiquillos parece que no sepan jugar si no es haciendo alguna trastada. Antes todo el pueblo era nuestro patio de juegos. Todos nos juntaamos para jugar a polis y cacos, y recorriamos todo el pueblo, y menudos barros que habia en invierno. Al burro, al marro, al pañuelo, en la plaza jugabamos mucho y nos juntabamos todos, grandes y pequeños. Ahora solo buscan esconderse en algun chamizo, los mayores no juegan en la plaza y los pequños no aprenden a jugar. Tenemos un pueblo precioso para jugar los niños sin miedo a coches y donde todos nos conocemos.