ALGUNOS DATOS [3] A la vez que los franciscanos tomaban posesión de este nuevo servicio a la sociedad se desataba en toda Europa una locura colectiva por la peregrinación a Santiago /del mismo calado que a Roma y Jerusalen/ y por la veneración a las reliquias de los Santos, a si que tambien estos procuraron los permisos suficientes para tener en Munilla reliquias de Santos que duraron hasta mitad del siglo XX. De tanto en cuanto venían franciscanos de Logro~o, comprobaban su estado y pasaban nota al obispado.