Navarrete se encuentra en un lugar atractivo para realizar varios
paseos por
paisajes muy humanizados entre cultivos de viña y cereal. Para acceder a nuestra villa se puede tomar desde Logroño el
Camino de Santiago o Camino Francés que nos llevará al
pantano de la Grajera, siguiendo también la cañada o cordel de Prado Viejo. Atravesando la zona del pantano llegamos al término de Navarrete entre viñas y cruzando la
carretera pasamos por encima de la autopista, hasta la Pasada de la Orden, antiguo cordel de
ganados que pasa junto al
Hospital de
San Juan de Acre. El camino jacobeo atraviesa el
pueblo y continúa paralelo a la carretera general.
Otro itinerario de interés es el de la Dehesa la Verde, a ella se puede acceder por el camino de la Dehesa o por la Pasada de la Ironda. La Dehesa en su conjunto tiene 850 hectáreas repartidas entre varios
pueblos. Este espacio es el único con arbolado de todo el término de Navarrete.
También, desde el Club Hípico de Navarrete, se ofrecen recorridos y paseos a
caballos por nuestra villa.
También se puede visitar el pantano de Valbornedo. Este
embalse tiene una altura sobre cimientos de 26,60 m y su capacidad con el aliviadero recrecido es de 0,80 Hm3. Y aprovecha las
aguas sobrantes del municipio de
Santa Coloma. Los alrededores del mismo están cubiertos de viñas y es una zona interesante de
paseo o incluso de
pesca para pasar una tarde tranquila.
Para buscar los orígenes de la construcción del pantano de Valbornedo hay que remontarse mucho tiempo atrás. El proyecto ya estaba redactado a principios de siglo por Amós Salvador, pero quien lo movió al trasladarse a
Madrid y realizar diversos contactos fue Cayo Santaolaya en 1901. Santaolaya no vio el proyecto realizado ya que falleció y fue su hijo Jose María, quien tomó el relevo en el empeño de llevar a buen
puerto esta obra. Obras que comenzaron en 1916 y duraron 14 años. El 23 de julio de 1930 se inauguraría con la presencia del director general de Obras Públicas, Martínez Acacio.
Las especies forestales que encontramos son robles, carrascas y
pinos de repoblación. Los arbustos más habituales son enebro, coscoja, aliaga, estepa, etc. En las partes más bajas el viñedo alterna con los sotobosques.
Desde el cerro de la Dehesa de 781 m se divisa el pico más alto de
La Rioja, el San Lorenzo, también hay una magnífica vista sobre el Serradero y hacia el norte la
Sierra de
cantabria, Codés y Toloño. En este enclave se encuentran conejos, liebres, zorros y jabalíes.
Los aficionados a la
bicicleta de
montaña pueden aprovechar los viejos
caminos que proponemos saliendo desde Logroño y pasando de ese
paisaje urbano a un entorno rural poblado de viñedo y de
monte escasamente forestado. Los itinerarios por el medio natural de Navarrete deben completarse con una visita a su casco urbano y entenderemos perfectamente con una mirada desde el Cerro Tedeón, del interés defensivo de ese lugar que acogió en época
medieval a los habitantes de las aldeas próximas.
Esta visita por el casco urbano puede continuar camino de
Entrena por la zona deportiva, ya que se cuenta con un magnífico
polideportivo,
frontón descubierto, pistas de tenis, carril de bicis, columpios, etc. Como también cuenta con
piscina, de la que se puede disfrutar durante el
verano, protegida por la
sombra de una gran chopera.
Navarrete es un pueblo hecho de buen barro y por estar atravesado del Camino de Santiago ha visto llegar a los viajeros y peregrinos con buen talante, con las ganas de ofrecer y el espíritu de dar. El esplendor que se refleja en las doradas
columnas de su
retablo mayor, nos transporta a otra época, pero el desarrollo actual del pueblo nos trae de nuevo a nuestra era. Aquí si que pasado y presente se dan la mano aprovechando los medios y obteniendo los
frutos apropiados.
Navarrete cuenta con Oficina de Turismo propia que permanece abierta durante
Semana Santa y en los meses estivales.
Existen varias posibilidades de sentarse a la mesa en Navarrete. El local veterano es el
restaurante de la
fonda La Carioca, donde se ofrecen platos caseros de calidad y buen precio. Muy cerca encontramos elrestaurante El
Molino, que ofrece menús y
comida a la carta.Otra de las opciones es el restaurante Albero, de ambiente taurino, muy cerca de nuestra peculiar
Plaza de Toros. Ya en las afueras, junto a la carretera hacia
Burgos, tenemos el restaurante Los Murales, al que podremos acceder tras un extenso rodeo (bajando la Grajera camino de Logroño y haciendo allí cambio de sentido dirección Navarrete).
De carácter más informal, de "tapeo" se puede dar uno una vuelta cualquier fin de semana por los
bares de nuestra localidad. El
bar Deportivo ofrece una gran variedad de pinchos. Fama tienen los calamares del bar Matute los domingos al mediodía, las gabardinas de El Cairos, las tapas variadas del Círculo Navarretano, las bravas del Obrador, La Tapia, El Boston, el Molino… Los bares de ambiente más
jóven son el pub Pacos, el pub Galería y la cervecería Iris Corner.
Un producto muy típico de Navarrete son los bollos de chorizo, también llamados de San Blas porque hasta hace unos años sólo se elaboraban para esa festividad. Actualmente los podemos encontrar cualquier día del año en las dos
panaderías del pueblo. El bollo de San Blas es un bollo de
pan elaborado con un trozo de chorizo en su interior. La característica peculiar de esos manjares está en el baño de azúcar con que se cubre su parte superior antes de meterlos al
horno, además de la excelente calidad del pan.