Sí, pero el caso es que una sola pirueta suya vale más que todos mis libros juntos. Visité
Dévanos en julio de 2009, Trinidad me acompañaba, aun convaleciente de la enfermedad por la cual hubo de retirarse profesionalmente, y fue muy emotivo comprobar cómo algunas vecinas la reconocieron. He tomado un inmenso cariño al
pueblo de uds. Les deseo lo mejor. ¡Me gustaría tanto regresar, con Trinidad ya bastante restablecida! Saludos,
amigos y
amigas.