Fuente de
San Millán, ubicada en el arranque de la larga
calle Mayor de esta población. Una calle que no solo es la
vía principal, si no que se podría decirse que es la única considerable como tal y que conecta los accesos al
monasterio de Yuso con la
carretera (en términos de nomenclatura, dos) que comunica la población con las cercanas
Berceo y
Estollo. No pretendemos afirmar que no hay más
calles en su casco urbano, pero sí realzar que es una población con un marcadísimo carácter lineal en su génesis y crecimiento. En la fuente aparece una representación del
santo con tintes bélicos que es una reproducción de una obra pictórica existente en el monasterio de Yuso firmada por fray Juan Rizi en 1656. Y es que, como Santiago, Millán también se apareció en una batalla contra los musulmanes, la de Hacinas. No sería la única; "también se dejó ver" en la de Simancas. Seguramente la mención es la misma idea, pero entre una y otra villa hay una distancia geográfica relativa. Igual hay que recurrir al pique entre
León, Castilla y
Navarra para imaginar la necesidad de contar con un mito propio o cercano al que aferrarse.