Julio, realmente bella es la ciudad. Hoy, 27 de enero, he podido al fin entrar. Aquí, en
Argentina, estamos soportando un ardiente
verano que me hace desear aún más la posiblidad de andar por esas
calles bien abrigada, prometiéndome un buen chocolate en la primera
cafetería que encontrase. Gracías por recordármelo. Cristina.