Portada occidental de la catedral, SANTO DOMINGO DE LA CALZADA

La catedral del Salvador de Santo Domingo de la Calzada está situada en la Ciudad de Santo Domingo de la Calzada, en la Comunidad Aútonoma de La Rioja, (España). Es considerada como un Bien de Interés Cultural y fue declarada Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931.
Historia
La primitiva iglesia románica fue construida, bajo la advocación del Salvador y Santa María, a la que Alfonso VI, realizó la donación de un terreno, para su construcción en 1098.
Fue consagrada en 1106 por el obispo Don Pedro Nazar, convirtiéndose en Colegiata hacia 1158 y Catedral después de 1232, siendo desde entonces sede del obispo de Calahorra-La Calzada.
La construcción de la iglesia actual, comenzó en 1158, conservando gran parte de la antigua, estos trabajos fueron dirigidos por el maestro Garçion. En el siglo XVI, la parte derecha del transepto, fue elevada para realizar la tumba de Santo Domingo.
Está construida como una iglesia de peregrinaje, ya que se encuentra en el camino francés a Santiago de Compostela, con un característico deambulatorio, tras el altar mayor, que permite la circulación dentro de la catedral.
Planta
El edificio presenta planta de cruz latina dividida en tres amplias naves las que presentan capillas adosadas que, después de un crucero que se encuentra marcado en planta y alzado, dan en una capilla mayor que dispone, como es propio en los templos de peregrinación, de una girola o deambulatorio rodeada, al tiempo, por diferentes capillas radiales y, la destacada absdiola central. Por su parte, el claustro se abre al lado septentrional donde se anexiona al resto del templo.
Marcas de cantería
Se han identificado un total de 33 marcas de 34 tipos diferentes situadas en el interior y exterior del templo.
Modificaciones
El edificio que se contempla ahora como concatedral de Santo Domingo de la Calzada es, realmente, una amalgama de diferentes estilos que van desde el románico de su cabecera, hasta el barroco de su genuino campanario exento; pasando por su cuerpo de naves, que se puede clasificar como plenamente gótico ya todo esto hay que añadir las diferentes reformas y ampliaciones que sufrió durante toda la Edad Moderna como consecuencia restauraciones, derrumbes o, simplemente, por los cambios que cada obispo iba hecho para adecuar la sede a los gustos y modas propias de cada momento histórico.
Se realizaron diversas modificaciones a la planta original, añadiéndose:
en los siglos XIII y XIV: las naves, defensas y pórtico de la fachada Oeste;
en los siglos XV y XVI: las capillas del ábside, de la Inmaculada y las dos en los tramos 2 y 3 de la fachada Sur;
en el siglo XVII el baptisterio del tramo de los pies;
en el siglo XVIII, la portada Sur;
la Torre, original del siglo XII, fue reconstruida en los siglos XV y XVIII; esta última en la ubicación actual.
El exterior
No quedan restos de la primitiva iglesia que se construyó en tiempos de Santo Domingo, de hecho, tan sólo medio siglo después de su consagración y bajo la dirección del Maestro Garçión, se iniciarían las obras de un edificio mucho más ambicioso, que finalmente fue muy simplificado aunque su finalización no se produjo hasta entrados los siglos XIII y XIV. 2​ se debe observar, como único vestigio del primer proyecto del ábside románico, con unos bellos canecillos. También cabe destacar externamente sus ventanas vidriadas, la torre de estilo barroco y sus dos portadas.