La fuente Marantona.Subíamos una cuesta en bici, pequeñita, pero nuestras también pequeñas piernas nos hacían parecer que estabamos , lejos, lejos.
Llegabamos a la fábrica, era el límite.Que bonito el respirar, lanzarnos cuesta abajo, rápido, rápido.Llegabamos al pueblo con el ansia de volver a subir.
Todavía recuerdo a Amador, "Sr Alcalde", con una bici vieja, pegándonos una paliza,
Estimado Amador: ¿A que todavía nos puedes?, .
Llegabamos a la fábrica, era el límite.Que bonito el respirar, lanzarnos cuesta abajo, rápido, rápido.Llegabamos al pueblo con el ansia de volver a subir.
Todavía recuerdo a Amador, "Sr Alcalde", con una bici vieja, pegándonos una paliza,
Estimado Amador: ¿A que todavía nos puedes?, .