La población es de origen árabe. El año 1264 el rey Jaime I la entregó a Vidal de Sarrià a quien en el 1271 sucedió su hijo, Bernat de Sarrià, el cual la cedió el 1335 al infante Pere. Posteriormente, las
casas de Cardona y Ariza poseerían el señorío.
El 1526, los musulmanes se rebelaron contra la orden de conversión mandada por Carlos I. Con luchas permanentes contra Castella, el 1609 tomaron de nuevo las armas, sumándose a los moriscos refugiados en las
montañas de la Vall de Laguart hasta que fueran expulsados definitivamente ese mismo año, dejando abandonadas las doce únicas casas que había. Posteriormente, fue repoblado, y en el siglo XVIII ya tenía veinticinco casas, llegando a tener el municipio completo de
Abdet y
Confrides 822 habitantes.
Durante los dos últimos siglos, la población desciende lentamente. Durante el periodo 1960-1970 disminuyó un 17%, llegando a bajar en la última década un 50%
HISTORIA DEL TÉRMINO "ABDET"
En seguida pensamos en un origen árabe del nombre que, evidentemente, tiene el aire de un nombre propio de los nombrosísimos con Abd- o con nombres de la misma raíz. Pero esto teme ser víctima de un vistazo superficial, no explicándose entonces la terminación -et. No encontramos nada igual en los listados de topónimos árabes; y el uso con artículo induce a un apelativo
romano-mozárabe o catalán. Realmente, encontramos una explicación árabe más de acuerdo con el "
paisaje toponomástico" de este
valle y con el pasado radicalmente morisco de este lugar.
La raíz abd- tuvo plena acogida en el árabe en todos los lugares, pero con el significado de "servir", "adorar".
En particular, era verbo procedente naturalmente de su participio activo abid con el significado de "
ermita".
En diccionarios más accesibles, figura también como adjetivo, significando "adorador", "devoto".
También consta que es corriente el femenino abida. Puesto en plural, es abidat, es decir "adoradoras", "devotas".
Por tanto, ya tenemos una explicación fonética completa de nuestro nombre, ya que es una norma general del árabe vulgar hispánico y magrebí el enmudecimiento de la "i" interna seguida de vocal larga.
En el habla morisca, había de sonar proveído del artículo alabdat, de donde se catalanizaría (a)labdat y por último l'Abdet.
No es nada artificial este adjetivo femenino plural, dado que es un proceso repetido en el catalán. El uso del adjetivo femenino "devota" con el sentido de "ermita", "
santuario". La aplicación de este adjetivo a las
ermitas, ya apuntaba en el siglo XV: "...el viejo rey se retiró a contemplación a una devota ermita". (Tirant lo Blanc Ag I, 21)
Extraído de http://www.geocities.com/dibabdet/conoce_Abdet.htm