Hacia el 3000-2500 a. C. se desarrolla el período eneolítico. En este momento, las
cuevas dejan de ser los lugares de ocupación principal para dar paso a la generalización del hábitat en las llanuras. Las cuevas presentan ocupaciones más breves y son utilizadas en muchos casos como
corrales y otras como lugares de enterramiento colectivo durante el tercer milenio. Entre estos destacan las de Les Llometes y la
Cueva de la Pastora. Respecto a la ocupación del territorio, se establecen poblados fortificados en las cimas de las
montañas, como: la Mola Alta de Serelles, el Mas del
Corral, el Mas de Menente, y El Puig, que desarrollaron economías cerealistas evidenciadas por la abundancia de dientes de sílex y
molinos de mano.