CUANDO LOS VIENTOS SUSPIRAN EN ALICANTE
Cuando los vientos suspiran
por las tierras de Levante,
parece que si respiran
los que adoran Alicante.
Hay vientos de tardes frías
con sus ráfagas temibles,
que suelen correr las vías
de caminos asumibles.
Las palmeras van bailando
con ritmo de fantasía,
al compás que van marcando
una bonita armonía.
Los vientos dejan sus huellas
entre daños imprevistos,
hay tardes que no son bellas
con sus pasos nunca vistos.
Vientos que van azotando
las arboledas brillantes,
siempre se les ve arrastrando
ciertos penosos instantes.
Estas ráfagas temidas
por ser fuerzas destructoras,
no ves sus horas vencidas
ni son nunca soñadoras.
Alicante va notando
vientos que corren sus playas,
su furia quiere ir mostrando
que pueden dañar las Ramblas.
Las olas vienen crecidas
con los vientos tenebrosos,
algunas se ven perdidas
sin ser momentos dichosos.
La Explanada suspirando
entre palmeras altivas,
que quieren seguir bailando
en estas fechas festivas.
G X Cantalapiedra.
Cuando los vientos suspiran
por las tierras de Levante,
parece que si respiran
los que adoran Alicante.
Hay vientos de tardes frías
con sus ráfagas temibles,
que suelen correr las vías
de caminos asumibles.
Las palmeras van bailando
con ritmo de fantasía,
al compás que van marcando
una bonita armonía.
Los vientos dejan sus huellas
entre daños imprevistos,
hay tardes que no son bellas
con sus pasos nunca vistos.
Vientos que van azotando
las arboledas brillantes,
siempre se les ve arrastrando
ciertos penosos instantes.
Estas ráfagas temidas
por ser fuerzas destructoras,
no ves sus horas vencidas
ni son nunca soñadoras.
Alicante va notando
vientos que corren sus playas,
su furia quiere ir mostrando
que pueden dañar las Ramblas.
Las olas vienen crecidas
con los vientos tenebrosos,
algunas se ven perdidas
sin ser momentos dichosos.
La Explanada suspirando
entre palmeras altivas,
que quieren seguir bailando
en estas fechas festivas.
G X Cantalapiedra.