Localización, economía y población.
A sólo 10 minutos de
Benidorm, se encuentra la que es posiblemente, una de las localidades más bonitas de la Costa Blanca:
Altea. Enclavada en una colina, se caracteriza por su línea de costa repleta de pequeñas
casas blancas,
calles estrechas empedradas que van a parar al
mar, y por las
cúpulas azuladas de su principal
Iglesia, visibles desde muchos puntos de los alrededores.
Su población extranjera es muy elevada, según datos del INE de 2008, casi el 34% de ellos provienen de la Unión Europea. Es además un
pueblo cuyo nivel de vida es algo más elevado que las localidades vecinas, incluso que Benidorm. A pesar de que su principal sector económico es el turismo, otras
fuentes de ingresos muy importantes son la
pesca y la
agricultura, con grandes
campos de cultivo de nísperos y naranjas. Debido a su crecimiento de población en los últimos años, el sector de la construcción ha sido muy importante y ha tenido sus años dorados hasta no hace mucho.
¿Qué ver?
Arte,
monumentos,
comer…
Altea alberga la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández de Elche, y sus calles son frecuentadas por artistas de la zona. En las
noches de
verano, los
balcones de las calles que acceden a la
plaza del
castillo, se llenan de pinturas de artistas. Es lo que se conoce como “balconadas”.
El visitante debe conocer dos zonas principales: Altea la Vella y el
casco antiguo. Se trata de dos zonas totalmente diferentes. Altea la Vella es una partida de Altea, situada en las laderas de la
Sierra Bernia, que nada tiene que ver con el casco antiguo de Altea, que se encuentra en el núcleo poblacional. La parte más alta de la localidad está presidida por la Plaza de la Iglesia y es donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Sra. Del Consuelo. Esta Iglesia es la más conocida por los turistas ya que sus dos grandes cúpulas azules son el símbolo de la localidad y, por su gran belleza, son llamadas “las cúpulas del Mediterráneo”. Por las calles empedradas que suben a la plaza, hay multitud de
restaurantes,
bares,
tiendas de
artesanía, de ropa ibicenca y tiendas de arte.
Entre los restaurantes que rodean esta plaza, destaca la pizzería Stromboli que tiene varias plantas, un
patio interior y una
terraza con unas vistas preciosas. La
comida es muy buena y los precios son para todos los gustos. Es solo una de las tantas propuestas que encontramos. Altea dispone de más de treinta locales de restauración además de bares de tapas, bares de copas, heladerías, etc, descubre tú mismo tu
rincón.
En las noches de verano esta plaza se llena además de puestos de artesanía y
música, que hacen que el lugar adquiera un toque especial.
Al fondo de la Plaza del Castillo nos encontramos un
mirador con impresionantes vistas de la costa. Se puede apreciar desde la parte baja de Altea hasta el
Parque Natural de la Sierra
Helada, pasando por Benidorm e incluso
Alicante.
Puertos y Club Náutico.
A pesar de tener 4 puertos, el del Club Náutico es el más conocido. En este recinto nos encontramos con dos puertos, uno pesquero que pertenece a la Generalitat y otro
puerto deportivo privado llamado Club Náutico. Éste es de los más importantes de la zona ya que posee numerosos amarres donde descansan yates y otros
barcos de gran envergadura. Esta zona es muy bonita ya que a pesar de que sea privado y esté cerrado, por el puerto pesquero se puede pasear y se aprecia el Club Náutico.
Otro de los puertos privados de Altea y con alto nivel en sus
embarcaciones, es el puerto de Campomanes. Tiene
cafetería y servicio de combustible para servicio de sus socios. El Puerto deportivo Mar y
Montaña, está algo escondido, apenas hay barcos pero es un lugar muy bonito para pasear.
Playas.
Tiene más de 6 kilómetros de costa entre los que nos encontramos
acantilados, pequeñas calas y playas:
Playa Cap Blanc. Es la más grande de Altea y llega a unirse con la Playa del
Albir en Alfaz del Pí.
Playa de La Roda. Es una playa de grava y arena. Se encuentra en el casco urbano de Altea, por lo que es la más concurrida. Posee accesibilidad, servicios de duchas, aseos,
bandera y vigilancia.
La Olla. Compuesta de grava, con vigilancia, duchas y servicios básicos. Es pequeña y apartada pero es de las más concurridas. Frente a ella se alza un pequeño Islote conocido con el mismo nombre. Dicen que cuando en el resto del pueblo hace frio, aquí hay una zona donde el
agua hierve. De ahí el nombre de La Olla.
Cap Negret. Es de gravilla y el mar suele estar algo revuelto. No tiene acceso de minusválidos, está en el centro urbano, es de fácil acceso a pie y termina en una pequeña cala de
piedra negra llamada Cala del Soyo.
Fiestas. Fuegos en la Olla.
El periodo principal de fiestas se desarrolla desde junio a finales de septiembre, fecha clave al celebrarse en ese periodo las fiestas patronales. Este periodo se inicia con la
fiesta de Bellaguarda, en honor a la Sta. Trinidad, en los primeros días de junio, continuando con
San Antonio, San Juan y San Pedro.
En Agosto tenemos los
fuegos artificiales en honor a San Roque donde se realiza un espectáculo de fuegos artificiales incluso desde el mar en la zona de La Olla. La gente suele acercarse al mar en sus embarcaciones para verlo.