Vivo en Valencia y, a pesar de tener playas mucho más cerca, paso bastante tiempo en Santa Pola desde hace 17 años. Me gusta su clima: la brisa que siempre sopla atenúa el calor del verano. Me gusta la tranquilidad que se respira en los meses de máxima ocupación, sin la saturación de otras zonas costeras en dichas fechas. Al ser un pueblo extenso y llano, no hay masificación, siendo un ejemplo de cómo puede crecer una localidad sin ser un atentado a la calidad de vida y el buen gusto. Por otra parte, ... (ver texto completo)