El nombre de
Benejúzar, de origen árabe, hace remontar sus orígenes a este período.
Sofocada la rebelión mudéjar de 1264, por las huestes castellanas, con la ayuda de las aragonesas del infante Don Pedro y del rey Don Jaime I de
Aragón, permitieron dejar sin efecto el pacto de 1243, por lo que Alfonso X el Sabio, hubo de tomar las medidas necesarias, para incorporar Orihuela a la Corona de Castilla. Y una de estas medidas, sería la confirmación, el día 15 de julio de 1266, de su término y jurisdicción, tal como lo había tenido en el periodo almohade: Orihuela, Abanilla, Albatera, Arrabal y Guardamar.
Así las cosas, con más paz que discordias, iniciará el rey castellano la repoblación del solar oriolano.
Torres Fontes en su "Repartimiento de Orihuela", transcribe el texto del Códice referido al entonces término oriolano. El referido autor nos informa que en "BENEYUCEF", debió haber una parte que constituye un "donadio", pues en la tercera partición se toman seiscientas tahullas a Pedro Cornell, para repartirlas entre los herederos de esta "quadrella". Sitúa a la "quadrella" de Beneyucef a la izquierda del
río Segura y escribe: "parece que no hay duda en cuanto a su identidad con la actual Benejúzar, con un término entonces más reducido."
La organización como núcleo de población hay que situarla en el siglo XIV, cuando unos caballeros de apellido Martí, comenzaron a adquirir haciendas en la localidad, y dieron en titularse herederos de Benejúzar.
Durante los siglos XIV y XV existía en Benejúzar una
parroquia bajo la advocación de
San Bartolomé que incluía lo que hoy es el
pueblo de San Bartolomé. La fundación de la nueva parroquia de Nuestra Señora del Rosario data de 1615 (los libros de partidas de bautismo más antiguas que se conservan son de esa fecha).
Lugar de moriscos, su expulsión en 1609 vino seguida de una carta puebla de 1611 a favor del
Baile General de Orihuela Jaime Rosell y Desprats, I Señor de Benejúzar, que contrató a 32 vecinos con las mismas condiciones que tenían los moriscos. La
casa de Rosell fue la que durante más tiempo ostentó el título de señores de Benejúzar y por ello es su
escudo el que fue aceptado como escudo de Benejúzar.
Al I Señor Jaime Rosell y Desprats le sucedió su hijo José Rosell y Ruiz, II Señor de Benejúzar y Caballero de la Orden de Alcántara. Hijo de éste, sucedió Alfonso Rosell y Rocamora, III Señor y Caballero de la Orden de Calatrava, al que sucedió su hijo Jaime Rosell de Rocamora y Ruiz, IV Señor de Benejúzar, Gobernador de Orihuela, Virrey de
Mallorca, Consejero de Estado del Rey de
Romanos Carlos de Habsburgo durante la Guerra de Sucesión Española y Marqués Consorte de
Rafal. No tuvo descendencia.
Después el señorío llegó a manos de Luis Rosell y
Roca de Togores (Luis I), V Señor y primo-hermano del anterior portador, quien tampoco tuvo descendencia.
Pasó entonces el señorío a Luis Roca de Togores y Moncada (Luis II), VI Señor, que fue sucedido por su hijo el VII Señor Juan Roca de Togores Escorcia.
A éste lo sucedió su hijo Luis Roca de Togores y Varcárcel (Luis III), VIII Señor de Benejúzar y último portador del título, que quedó abolido en 1812.
En 1628 se separó de Orihuela.
Durante el año de 1648, la comarca entera fue violentamente azotada por una gran epidemia de peste, donde murió más del 63% de la población. Esto fue una de las causas, no la única, de la pérdida de la lengua valenciana en el Bajo Segura al producirse un considerable vacío demográfico que fue cubierto con las migraciones de ciudadanos de
Murcia a la Vega Baja a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
En 1829, un terremoto destruyó completamente el pueblo y fue reconstruido en la zona opuesta del Segura poco después.
La
historia de esta población sufrió, junto con toda
España, las consecuencias de la Guerra Civil española (1936-1939) dividiéndose su población en dos bandos enfrentados. Algunos de los confinados en la cárcel de
Alicante se confiaron en brazos de quienes ellos consideraban su único apoyo dadas sus hondas raíces católicas, la madre de Dios en su advocación del Pilar. Al término de la guerra, los supervivientes regresados a Benejúzar introdujeron el culto a esta advocación y a día de hoy todavía se celebra la
romería que en su honor, como agradecimiento, promovieron aquellos hombres.
BENEJUZAR
HISTORIA. De una carta puebla presentada por el Excmo. Sr. conde de Pinohermoso en el
juzgado ordinario, para acreditar pertenecerle el señorío de este l., resulta que en el año 1611 D. Jaime Rosell, su causante derecho, contrató con 32 vec. y 2 viudas que componían este pueblo, darles en enfileusis sus
casas y tierras, con los mismos pactos y condiciones, con que las tenía dadas a los moros: debe atribuirse a estos el origen y el nombro de Benejuzar. Este pueblo, en los años 1811 y 1812 sufrió la fiebre amarilla, perdiendo en el primero de dichos años 121 personas, y 131 en el segundo. En 1828 padeció unas fiebres endémicas de las que murieron 112 de sus hab. En 1829 el terremoto general del 21 de marzo asoló la pobl., siendo víctimas 111 personas. En 1834 fallecieron 78 del cólera morbo. En 1841 padeció también fiebres endémicas de las que murieron 76 personas: en 1842 se reprodujeron; atribuyese este padecimiento de la pobl. á las
aguas corrompidas del r. Segura.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.