DESDE EL RINCÓN DE LOIX
Las luces como testigos
de las noches sin descanso,
Benidorm tiene de amigos
lugares que son remanso.
El rincón más conocido
que luce mejor linaje,
Loix tiene de apellido
y presume de paisaje.
Sus laderas hoteleras
saben bien de brisa y calma,
con tiempos de primaveras
que parecen tener alma.
Con sus brisas marineras
las ilusiones destapa,
y en sus fiestas verbeneras
recorres siempre la etapa.
Este rincón tan altivo
que sirve de balconada,
hace bueno el adjetivo
de ser ciudad encantada.
Mirador de noche y día
contemplando su gran playa,
es un balcón de alegría
donde no divisas raya.
Benidorm mira a levante
con sus torres busca cielos,
quizá soñamos sedante
y Loix nos da consuelos.
Sus gentes tienen nostalgia
de otras tierras y otros mares,
y a la vez derrochan magia
de mil distintos lugares.
Loix rincón de esperanza
entre vistas fabulosas,
es un lugar de templanza
para placeres y rosas.
G X Cantalapiedra.
Las luces como testigos
de las noches sin descanso,
Benidorm tiene de amigos
lugares que son remanso.
El rincón más conocido
que luce mejor linaje,
Loix tiene de apellido
y presume de paisaje.
Sus laderas hoteleras
saben bien de brisa y calma,
con tiempos de primaveras
que parecen tener alma.
Con sus brisas marineras
las ilusiones destapa,
y en sus fiestas verbeneras
recorres siempre la etapa.
Este rincón tan altivo
que sirve de balconada,
hace bueno el adjetivo
de ser ciudad encantada.
Mirador de noche y día
contemplando su gran playa,
es un balcón de alegría
donde no divisas raya.
Benidorm mira a levante
con sus torres busca cielos,
quizá soñamos sedante
y Loix nos da consuelos.
Sus gentes tienen nostalgia
de otras tierras y otros mares,
y a la vez derrochan magia
de mil distintos lugares.
Loix rincón de esperanza
entre vistas fabulosas,
es un lugar de templanza
para placeres y rosas.
G X Cantalapiedra.