Se trata del toll Blau, una
piscina de
aguas profundas con un hermoso
color turquesa. Le siguen el toll del Baladre y toll de la Presa, donde la pared de la presa crea un
salto de agua en forma de cortina. A medida que se asciende por el
camino hasta el nacimiento del
río Algar, se puede disfrutar de la tranquilidad y belleza del entorno sin tanta gente, sobre todo entre semana. En la zona conocida como la
playa de la Tribu, una pequeña isla rocosa en medio del
canal, se encuentra el toll de la Figuera y el toll de la Parra, el último punto accesible donde bañarse.