toll de la Figuera y el toll de la Parra, el último punto accesible donde bañarse. En este tramo, el
agua apenas cubre, por lo que es un lugar ideal para que los niños jueguen sin preocuparse por las corrientes o caídas. Eso sí, recomendamos llevar cangrejeras para evitar resbalar con las
piedras del fondo.
Naturaleza en estado puro. Junto a la entrada, en la parte alta de las
fuentes, un
jardín arbolado repleto de especies de la zona mediterránea como el azahar, la manzanilla o el romero, marca el
sendero hasta el primer toll. Más de 200 plantas dan la bienvenida cada día a los visitantes con sus aromas, contribuyendo además al aprovechamiento y conservación del medio natural.