La ciudad conserva en su
casco antiguo parte de su estructura urbana
medieval, delimitada por la línea de
murallas de la Callosa intramuros, que se puede cruzar todavía hoy por una de sus
puertas originales: el Portal. A lo largo de esta línea se tiene la imagen más tradicional de Callosa con los restos de las murallas (s. XIV) y del
Castillo (± 1395 – s. XVIII), declarados Bien de Interés Cultural desde el año 2005. En lo alto de las
montañas detrás de
Altea, existe una preciosa
cascada y un manantial que se convierte en una fabulosa
piscina natural donde puede disfrutar de un chapuzón en un entorno exuberante y paradisíaco. Se pueden encontrar hierbas medicinales, especias naturales y vegetación extraordinaria.