Finalmente, llegamos al Poador de la Font Major que data del S. XVIII. El itinerario, salpicado de ermitas y retablos cerámicos, cuenta con paneles informativos que disponen de códigos QR, con el objeto de ofrecer una información más completa y satisfacer así la curiosidad del visitante. Sus Fiestas de Moros y Cristianos, celebradas en octubre, son otro de sus atractivos por su arraigo y tradición, ya que se remontan a 1860 y están declaradas de Interés Turístico en el ámbito de la Comunidad