CALPE MIRA A ESOS 333, METROS DE ALTURA DEL PEÑÓN DE IFACH
Como un reino de pasiones
Calpe mirando a su cima,
el paisaje da emociones
a la vez tiene un gran clima.
Torres que marcan destino
cargadas de mar tranquilo,
en Calpe notas su signo
sin ver la vida en un filo.
El Peñón como camino
de las muchas aventuras,
sin verle nadie divino
si que contiene diabluras.
Desde el piso veintinueve
de ese hotel maravilloso,
te parece que se mueve
todo el ambiente armonioso.
Calpe de grandes misterios
entre sus ruinas cuidadas,
algunas son cementerios
de otras razas emigradas.
Sombras que dejan las tardes
repletas de fantasías,
sus montes entra en traces
con reflejos de armonías.
Las miradas siguen fijas
con el Peñón de testigo,
sin querer ver las cenizas
de algún apreciado amigo.
Sombras de vida y de muerte
se divisan en las noches,
en Calpe tienes la suerte
del mar que no pone broches.
Esta costa levantina
que presume con nobleza,
ayer la vi más divina
al notar su fortaleza.
G X Cantalapiedra.
Como un reino de pasiones
Calpe mirando a su cima,
el paisaje da emociones
a la vez tiene un gran clima.
Torres que marcan destino
cargadas de mar tranquilo,
en Calpe notas su signo
sin ver la vida en un filo.
El Peñón como camino
de las muchas aventuras,
sin verle nadie divino
si que contiene diabluras.
Desde el piso veintinueve
de ese hotel maravilloso,
te parece que se mueve
todo el ambiente armonioso.
Calpe de grandes misterios
entre sus ruinas cuidadas,
algunas son cementerios
de otras razas emigradas.
Sombras que dejan las tardes
repletas de fantasías,
sus montes entra en traces
con reflejos de armonías.
Las miradas siguen fijas
con el Peñón de testigo,
sin querer ver las cenizas
de algún apreciado amigo.
Sombras de vida y de muerte
se divisan en las noches,
en Calpe tienes la suerte
del mar que no pone broches.
Esta costa levantina
que presume con nobleza,
ayer la vi más divina
al notar su fortaleza.
G X Cantalapiedra.