CALPE, ENTRE LA LLUVIA Y EL CALOR DE BOCHORNO
En este seis de septiembre
con el reloj puesto a cero,
en un tiempo de noviembre
sufrimos un aguacero.
Playas que vieron la lluvia
como siempre trasparente,
la gente pronto corría
con esa prisa valiente.
Calpe sin muchos motivos
en este seis de septiembre,
sus playas son adjetivos
que no parecen diciembre.
El calor vuelve deprisa,
las gentes buscan ambiente,
la playa tiene esa brisa
de mucho sudor presente.
Un bochorno cauteloso
llena de gente la playa,
El Peñón sigue orgulloso
mientras que la gente vaya.
Calpe de hoteles famosos
con sus alturas flotando,
turistas que van dichosos
mientras contemplan soñando.
Es el Calpe del progreso
con sus turistas pensando,
que buscan siempre el regreso
para seguirse bañando.
El lujo de sus terrazas
con los buenos camareros,
hacen bonitas las plazas
con gestos aventureros.
Mirar de lejos a Calpe
con sus horas bien llevadas,
es lograr como un escape
de semanas angustiadas.
G X Cantalapiedra.
En este seis de septiembre
con el reloj puesto a cero,
en un tiempo de noviembre
sufrimos un aguacero.
Playas que vieron la lluvia
como siempre trasparente,
la gente pronto corría
con esa prisa valiente.
Calpe sin muchos motivos
en este seis de septiembre,
sus playas son adjetivos
que no parecen diciembre.
El calor vuelve deprisa,
las gentes buscan ambiente,
la playa tiene esa brisa
de mucho sudor presente.
Un bochorno cauteloso
llena de gente la playa,
El Peñón sigue orgulloso
mientras que la gente vaya.
Calpe de hoteles famosos
con sus alturas flotando,
turistas que van dichosos
mientras contemplan soñando.
Es el Calpe del progreso
con sus turistas pensando,
que buscan siempre el regreso
para seguirse bañando.
El lujo de sus terrazas
con los buenos camareros,
hacen bonitas las plazas
con gestos aventureros.
Mirar de lejos a Calpe
con sus horas bien llevadas,
es lograr como un escape
de semanas angustiadas.
G X Cantalapiedra.