CALPE, Y SU PEÑÓN DE IFACH
Entre las sombras perdidas
del Peñón que no se esconde,
se ven las sendas erguidas
con sus brisas siempre al borde.
Peñón de muchas leyendas
que caminan por Levante,
sin querer saber de riendas
ni añorar cierto semblante.
Calpe lleno de sorpresas
que van dejando las olas,
dicen que siempre regresan
a chocar contra el rompeolas.
Calpe de luces y sombras
entre sueños temblorosos,
lugares donde te asombras
en momentos vanidosos.
Levante tiene culturas
de diferentes destinos,
que a veces dejan dulzuras
sin temer los desatinos.
Costas que marcan veredas
de sus buenos navegantes,
entre brisas que se enredan
sin querer ser delirantes.
Calpe gozando las brisas
que te llenan de cordura,
sin apenas tener prisas
puedes borrar la locura.
El Peñón siempre marcando
esas piedras milenarias,
que pueden seguir mirando
en fechas extraordinarias.
Calpe nos tiende sus redes
que tienen horas dichosas,
y siempre que quieras puedes
gozar las flores hermosas.
G X Cantalapiedra.
Entre las sombras perdidas
del Peñón que no se esconde,
se ven las sendas erguidas
con sus brisas siempre al borde.
Peñón de muchas leyendas
que caminan por Levante,
sin querer saber de riendas
ni añorar cierto semblante.
Calpe lleno de sorpresas
que van dejando las olas,
dicen que siempre regresan
a chocar contra el rompeolas.
Calpe de luces y sombras
entre sueños temblorosos,
lugares donde te asombras
en momentos vanidosos.
Levante tiene culturas
de diferentes destinos,
que a veces dejan dulzuras
sin temer los desatinos.
Costas que marcan veredas
de sus buenos navegantes,
entre brisas que se enredan
sin querer ser delirantes.
Calpe gozando las brisas
que te llenan de cordura,
sin apenas tener prisas
puedes borrar la locura.
El Peñón siempre marcando
esas piedras milenarias,
que pueden seguir mirando
en fechas extraordinarias.
Calpe nos tiende sus redes
que tienen horas dichosas,
y siempre que quieras puedes
gozar las flores hermosas.
G X Cantalapiedra.