EN CALPE SE ABUSA DE LOS PRECIOS DEL AGUA
Cuando se suben los precios
sin respetar ciertos moldes,
a veces nos llaman necios
y luego siempre se esconden.
Restaurante de la playa,
que le llaman La Granada,
el precio te pone a raya
y no protestes por nada.
Un litro de agua corriente
que apenas se ve la marca,
en aquel sumiso ambiente
la cartera te desmarca.
Dos cincuenta por un litro,
le dije “Vaya Granada”.
Hay que hacer un monolito
si ves agua regalada.
Hay gallinas ponedoras,
pero que no tienen labia,
y gentes muy soñadoras
cuando vas a comprar agua.
Gallinas con huevos de oro,
Calpe fue costa encantada,
algunos no ven decoro
dando al pueblo mala fama.
Con la soberbia en los labios
en la tarde terminada,
se quedan los niños lacios
con el agua tan cobrada.
Habrá que coger del grifo
el agua tan aclamada,
así seguro que es fijo
que no pagas su primada.
Calpe contiene misterios
en lugares de terrazas,
algunos con precios serios
que son perfectas mordazas.
G X Cantalapiedra.
Cuando se suben los precios
sin respetar ciertos moldes,
a veces nos llaman necios
y luego siempre se esconden.
Restaurante de la playa,
que le llaman La Granada,
el precio te pone a raya
y no protestes por nada.
Un litro de agua corriente
que apenas se ve la marca,
en aquel sumiso ambiente
la cartera te desmarca.
Dos cincuenta por un litro,
le dije “Vaya Granada”.
Hay que hacer un monolito
si ves agua regalada.
Hay gallinas ponedoras,
pero que no tienen labia,
y gentes muy soñadoras
cuando vas a comprar agua.
Gallinas con huevos de oro,
Calpe fue costa encantada,
algunos no ven decoro
dando al pueblo mala fama.
Con la soberbia en los labios
en la tarde terminada,
se quedan los niños lacios
con el agua tan cobrada.
Habrá que coger del grifo
el agua tan aclamada,
así seguro que es fijo
que no pagas su primada.
Calpe contiene misterios
en lugares de terrazas,
algunos con precios serios
que son perfectas mordazas.
G X Cantalapiedra.