CALPE CON SUS LADERAS SOÑADAS
Entre brisas vanidosas Calpe sigue respirando, sin verse bonitas rosas el aire se va admirando. Laderas que son testigos de algunos tristes naufragios, Calpe les notó castigos dejando momentos lacios. Piedras que marcan caminos, en sus montañas preciosas, es tierra de muchos signos y de jornadas gozosas. El Peñón tiene laderas que son caminos de cabras, con brisas de primaveras y sus piedras enclavadas. Pasar haciendo caminos sobre sus bonitas playas, sin buscar los adivinos que quieran ponernos rayas. Calpe de viejas leyendas, con culturas milenarias, El Ifach tiene sus sendas que son tan extraordinarias. En Calpe vuelan misterios entre gaviotas centradas, que tienen momentos serios volando sobre las aguas. Cuando los vientos se crecen, entre sus fuertes montañas, las laderas prevalecen sin ver las noches extrañas. Este paisaje es misterio de otras costas endiabladas, me hablaron del cementerio y de sus tristes jornadas. Pisar las calles de Calpe entre luces anheladas, es buscar siempre el escape de sus noches delicadas. No debes pasar de largo sobre estas tierras cuidadas, cualquier minuto da embargo en las horas despistadas. Calpe soñando silencios, Calpe de Luna encantada, que nadie lance desprecios si la vida es halagada. Cuando se marcha la noche y nos llega la alborada, en Calpe vemos el broche de la seria madrugada. Ciertas sendas de la costa tienen sus rutas marcadas, alguna se vuelve angosta pudiendo ser encuadradas. Caminar sin grandes prisas en Calpe suena a gozada, dicen que existen las brisas de una ciudad admirada. Calles llenas de comercio que son por siempre pisadas, puede que no tenga precio muchas sonrisas preciadas. Cuando la noche nos llega, viene detrás la alborada, y algún turista despliega su costumbre mal llevada. En Calpe suenan las olas, como grandes marejadas, no las para ni el rompeolas en sus noches respetadas. G X Cantalapiedra.
Entre brisas vanidosas Calpe sigue respirando, sin verse bonitas rosas el aire se va admirando. Laderas que son testigos de algunos tristes naufragios, Calpe les notó castigos dejando momentos lacios. Piedras que marcan caminos, en sus montañas preciosas, es tierra de muchos signos y de jornadas gozosas. El Peñón tiene laderas que son caminos de cabras, con brisas de primaveras y sus piedras enclavadas. Pasar haciendo caminos sobre sus bonitas playas, sin buscar los adivinos que quieran ponernos rayas. Calpe de viejas leyendas, con culturas milenarias, El Ifach tiene sus sendas que son tan extraordinarias. En Calpe vuelan misterios entre gaviotas centradas, que tienen momentos serios volando sobre las aguas. Cuando los vientos se crecen, entre sus fuertes montañas, las laderas prevalecen sin ver las noches extrañas. Este paisaje es misterio de otras costas endiabladas, me hablaron del cementerio y de sus tristes jornadas. Pisar las calles de Calpe entre luces anheladas, es buscar siempre el escape de sus noches delicadas. No debes pasar de largo sobre estas tierras cuidadas, cualquier minuto da embargo en las horas despistadas. Calpe soñando silencios, Calpe de Luna encantada, que nadie lance desprecios si la vida es halagada. Cuando se marcha la noche y nos llega la alborada, en Calpe vemos el broche de la seria madrugada. Ciertas sendas de la costa tienen sus rutas marcadas, alguna se vuelve angosta pudiendo ser encuadradas. Caminar sin grandes prisas en Calpe suena a gozada, dicen que existen las brisas de una ciudad admirada. Calles llenas de comercio que son por siempre pisadas, puede que no tenga precio muchas sonrisas preciadas. Cuando la noche nos llega, viene detrás la alborada, y algún turista despliega su costumbre mal llevada. En Calpe suenan las olas, como grandes marejadas, no las para ni el rompeolas en sus noches respetadas. G X Cantalapiedra.