CALPE CON LAS PLAYAS AL COMPLETO
Cuando se van divisando todas playas al completo, el turista va pensando en ver su camino inquieto. Sin mascarillas ni frenos vamos serios caminando, sabemos que los venenos siempre nos van esperando. Queremos guardar distancia, para evitar los lamentos, más se nota la arrogancia que puede dar sufrimientos. Cuando sigue la pandemia con sus motivos inciertos, no queremos la tragedia que pueden darnos los muertos. En Calpe tienes momentos que tiemblas con los contagios, hablando de sufrimientos se notan los tristes plagios. Mascarillas de defensa para frenar malos pasos, la vida se pone tensa y puede dejar fracasos. Calpe tiene los motivos, del turismo de verano, algunos con aditivos en este tiempo mundano. Deben de poner las normas para seguirlas guardando, aquí no valen las comas si el turismo va fallando. La distancia tiene luces del virus poder pararlo, nadie comenta las cruces si tratamos de esquivarlo. El mañana está presente, con el futuro a su lado, nadie debe estar ausente si es que quiere estar salvado. Calpe sabe de misterios con lugares encantados, y conoce cementerios con nombres hoy recordados. El pasado queda mudo, entre sueños invocados, no queremos el absurdo estos días complicados. Habrá que tomar medidas si no se van respetando, las normas no están perdidas y pueden llegar gritando. Las amarras al destino, quizá se vayan trazando, si te sientes buen vecino debieras ir respetando. Los fantasmas andan sueltos, los virus vienen lanzados, hoy no queremos más muertos por no guardar los cuidados. Mañana llega el futuro, y hay que saber conservarlo, quizá nos parezca duro más debemos de enseñarlo. Sin comentar más mentiras, la pandemia sigue al lado, habrá que anotar sus giras en su camino endiablado. Cuando suenen las campanas por cualquier sufrido humano, veremos ciertas mañanas que su sonido no es vano. Hay que poner los remedios, el virus sigue dañando, y habrá que encontrar los medios para dejarle sangrando. La pandemia se acelera, entre sueños despistados, la epidemia nos espera entre vientos implicados. No dejemos que sus garras deje los cuerpos marcados, y que sus duras amarras nos quiera ver condenados, No valen las diversiones con el virus enfadado, el busca malversaciones para dejarte enfermado. Para ganar la batalla debemos ponerle freno, el virus es la metralla que reparte con veneno. G X Cantalapiedra.
Cuando se van divisando todas playas al completo, el turista va pensando en ver su camino inquieto. Sin mascarillas ni frenos vamos serios caminando, sabemos que los venenos siempre nos van esperando. Queremos guardar distancia, para evitar los lamentos, más se nota la arrogancia que puede dar sufrimientos. Cuando sigue la pandemia con sus motivos inciertos, no queremos la tragedia que pueden darnos los muertos. En Calpe tienes momentos que tiemblas con los contagios, hablando de sufrimientos se notan los tristes plagios. Mascarillas de defensa para frenar malos pasos, la vida se pone tensa y puede dejar fracasos. Calpe tiene los motivos, del turismo de verano, algunos con aditivos en este tiempo mundano. Deben de poner las normas para seguirlas guardando, aquí no valen las comas si el turismo va fallando. La distancia tiene luces del virus poder pararlo, nadie comenta las cruces si tratamos de esquivarlo. El mañana está presente, con el futuro a su lado, nadie debe estar ausente si es que quiere estar salvado. Calpe sabe de misterios con lugares encantados, y conoce cementerios con nombres hoy recordados. El pasado queda mudo, entre sueños invocados, no queremos el absurdo estos días complicados. Habrá que tomar medidas si no se van respetando, las normas no están perdidas y pueden llegar gritando. Las amarras al destino, quizá se vayan trazando, si te sientes buen vecino debieras ir respetando. Los fantasmas andan sueltos, los virus vienen lanzados, hoy no queremos más muertos por no guardar los cuidados. Mañana llega el futuro, y hay que saber conservarlo, quizá nos parezca duro más debemos de enseñarlo. Sin comentar más mentiras, la pandemia sigue al lado, habrá que anotar sus giras en su camino endiablado. Cuando suenen las campanas por cualquier sufrido humano, veremos ciertas mañanas que su sonido no es vano. Hay que poner los remedios, el virus sigue dañando, y habrá que encontrar los medios para dejarle sangrando. La pandemia se acelera, entre sueños despistados, la epidemia nos espera entre vientos implicados. No dejemos que sus garras deje los cuerpos marcados, y que sus duras amarras nos quiera ver condenados, No valen las diversiones con el virus enfadado, el busca malversaciones para dejarte enfermado. Para ganar la batalla debemos ponerle freno, el virus es la metralla que reparte con veneno. G X Cantalapiedra.