CALPE EN LA COSTA DE LEVANTE
Piedras que marcan distancias
entre distintos caminos,
lugares de extravagancias
que pueden cambiar los signos.
Un Peñón con arrogancia
de ser testigo de sueños,
allí no sirve elegancia
ni querer buscar sus dueños.
Viejas culturas del mundo
pisaron sobre sus costas,
viendo los puntos agudos
de brisas que son angostas.
Calpe soñando misterios
de sus playas deliciosas,
en los momentos más serios
me hablaron de ciertas rosas.
Laderas llenas de encanto
con sus viviendas dichosas,
que quizá no sueltan llanto
viendo noches armoniosas.
Calpe marcando caminos
con brisas aventureras,
gaviotas de peregrinos
en las tardes pasajeras.
Sentir su tierra sin prisa
mientras el viento nos llega,
y vivir esa sonrisa
de la que nadie reniega.
Calpe te da sensaciones
de las que no desesperas,
conociendo sus razones
que nunca te dan esperas.
Mirar su noche encantada
entre brisas altaneras,
y ver la ruta evocada
sin notar nunca fronteras.
G X Cantalapiedra.
Piedras que marcan distancias
entre distintos caminos,
lugares de extravagancias
que pueden cambiar los signos.
Un Peñón con arrogancia
de ser testigo de sueños,
allí no sirve elegancia
ni querer buscar sus dueños.
Viejas culturas del mundo
pisaron sobre sus costas,
viendo los puntos agudos
de brisas que son angostas.
Calpe soñando misterios
de sus playas deliciosas,
en los momentos más serios
me hablaron de ciertas rosas.
Laderas llenas de encanto
con sus viviendas dichosas,
que quizá no sueltan llanto
viendo noches armoniosas.
Calpe marcando caminos
con brisas aventureras,
gaviotas de peregrinos
en las tardes pasajeras.
Sentir su tierra sin prisa
mientras el viento nos llega,
y vivir esa sonrisa
de la que nadie reniega.
Calpe te da sensaciones
de las que no desesperas,
conociendo sus razones
que nunca te dan esperas.
Mirar su noche encantada
entre brisas altaneras,
y ver la ruta evocada
sin notar nunca fronteras.
G X Cantalapiedra.