LAS ENCRUCIJADAS DEL PEÑÓN DE IFACH
Eran los vientos del este, cuando el Peñón se crecía, algún humano presente su promesa la cumplía. Promesas que dejan huellas sobre personas sentidas, que cogieron horas bellas para no verse vencidas. Con la linterna en la mano, iniciaron su subida, aquel esfuerzo no es vano, ni la ruta es permitida. En aquel Túnel con cuerda los impulsos se sentían, el amor si se recuerda los dolores nos vendrían. El hombre fue caminando, en la terrible subida, en sus pasos fue dejando la juventud de su vida. La esposa fue criticando, que allí arriba no subía, y el hombre se fue sudando con toda su valentía. Senderos que son de cabras, piedras que dan agonía, que sin formar hoy murallas te anulan la simpatía. El hombre llegó a la cumbre, no sé ni como lo haría, pero al bajar si descubre que la vida no es porfía. El corazón va temblando, más le fallan las rodillas, la noche se va acercando, sin ver distancias sencillas. Con la linterna en la mano, hace señas de familia, el viendo el esfuerzo vano, ve que la vida le lía. Sufriendo la encrucijada, que puede costar su vida, sobre las piedras reclama ver su fortaleza erguida. Paso a paso va bajando, la noche se le echa encima. su esposa sigue pensando aquí se vive su clima. La Encrucijada se nota, el hombre sufre su enigma, sobre las olas rebrota lo dura que es esa cima. Horas de angustia y de miedo, con la muerte de consigna, aquí no sirve el enredo, hay gaviotas por encima. A las tres de la mañana, con su fe casi perdida, su esposa más inhumana no le dio la bienvenida. Se cayó sobre su cama, con la esperanza vencida, El Peñón hoy le reclama no ver su marcha ofendida. Luces que siembran las noches, de las apuestas perdidas. El Peñón no pone broches a visiones mal venidas. Se viven encrucijadas sobre las piedras prendidas, muchas mentes ven pasadas en las horas escondidas. No vale sentirse fuerte, ni buscar penosas vías, se puede encontrar la muerte en las horas que son frías. Encrucijadas marcadas, que pueden costar la vida, muchas fechas son grabadas y otras veces escondidas. El Peñón de Ifach se crece, lo notamos muchos días, el peligro prevalece entre duras fantasías. No vale sentirse joven, ni mayor con alegrías, los peligros que se esconden pueden causar agonías. Encrucijadas en hombres, que fueron fuertes en vida, cada cual tuvieron nombres con sus fechas de partida… G X Cantalapiedra. 29 – 8 – 2020.
Eran los vientos del este, cuando el Peñón se crecía, algún humano presente su promesa la cumplía. Promesas que dejan huellas sobre personas sentidas, que cogieron horas bellas para no verse vencidas. Con la linterna en la mano, iniciaron su subida, aquel esfuerzo no es vano, ni la ruta es permitida. En aquel Túnel con cuerda los impulsos se sentían, el amor si se recuerda los dolores nos vendrían. El hombre fue caminando, en la terrible subida, en sus pasos fue dejando la juventud de su vida. La esposa fue criticando, que allí arriba no subía, y el hombre se fue sudando con toda su valentía. Senderos que son de cabras, piedras que dan agonía, que sin formar hoy murallas te anulan la simpatía. El hombre llegó a la cumbre, no sé ni como lo haría, pero al bajar si descubre que la vida no es porfía. El corazón va temblando, más le fallan las rodillas, la noche se va acercando, sin ver distancias sencillas. Con la linterna en la mano, hace señas de familia, el viendo el esfuerzo vano, ve que la vida le lía. Sufriendo la encrucijada, que puede costar su vida, sobre las piedras reclama ver su fortaleza erguida. Paso a paso va bajando, la noche se le echa encima. su esposa sigue pensando aquí se vive su clima. La Encrucijada se nota, el hombre sufre su enigma, sobre las olas rebrota lo dura que es esa cima. Horas de angustia y de miedo, con la muerte de consigna, aquí no sirve el enredo, hay gaviotas por encima. A las tres de la mañana, con su fe casi perdida, su esposa más inhumana no le dio la bienvenida. Se cayó sobre su cama, con la esperanza vencida, El Peñón hoy le reclama no ver su marcha ofendida. Luces que siembran las noches, de las apuestas perdidas. El Peñón no pone broches a visiones mal venidas. Se viven encrucijadas sobre las piedras prendidas, muchas mentes ven pasadas en las horas escondidas. No vale sentirse fuerte, ni buscar penosas vías, se puede encontrar la muerte en las horas que son frías. Encrucijadas marcadas, que pueden costar la vida, muchas fechas son grabadas y otras veces escondidas. El Peñón de Ifach se crece, lo notamos muchos días, el peligro prevalece entre duras fantasías. No vale sentirse joven, ni mayor con alegrías, los peligros que se esconden pueden causar agonías. Encrucijadas en hombres, que fueron fuertes en vida, cada cual tuvieron nombres con sus fechas de partida… G X Cantalapiedra. 29 – 8 – 2020.