CALPE ENTRE SUEÑOS MARINEROS
Cuando las olas se lanzan sobre las costas gritando, algunas fuerzas alcanzan a sus piedras aguantando. Olas que dejan sus huellas sobre las suaves arenas, que brillan siendo muy bellas y quizá quiten las penas. Calpe marcando caminos en el Mar Mediterráneo, donde puedes sentir trinos de algún pájaro foráneo. Entre signos marineros te sientes medio encantado, hay ciertos barcos veleros que se les ve navegando. No sirve tener reflejos que vengan del mar profundo, desde la costa ves lejos lo que te regala el mundo. Navegando van los sueños entre estelas de pasiones, que pueden no tener dueños y anular muchas razones. Calpe con olas nocturnas que hacen más largas las noches, el mar puede tener tumbas que las olas son los broches. Muchos sueños marineros se quedan por estas costas, donde los aventureros miran las playas angostas. Calpe reluce en la noche con sus luces encantadas, a veces notas derroche entre casas bien cuidadas. Las luces de la alborada te despiertan con sus brillos, y ves a la madrugada con sus pasos más sencillos. Sin abrazar los lamentos, ni buscar sombras dañadas, no quieres los sufrimientos de estas jornadas negadas. Calpe despierta pensando en caricias bien logradas, y no quiere ver llorando a gentes empadronadas. Esta pandemia maldita, que no respeta verdades, nadie la siente que grita aunque viva en soledades. Calpe no quiere lamentos ni malas enfermedades, ni sueña ver sufrimientos con algunas falsedades. Los caminos al invierno vienen deprisa llegando, tienen el virus eterno que pueden dejar llorando. Entre sombras tenebrosas las noches se van pasando, con sus penas no dichosas que pueden llegar clamando. Las claridades enormes de las grandes alboradas, dejan las brisas conformes siendo dulces madrugadas.
G X Cantalapiedra.
Cuando las olas se lanzan sobre las costas gritando, algunas fuerzas alcanzan a sus piedras aguantando. Olas que dejan sus huellas sobre las suaves arenas, que brillan siendo muy bellas y quizá quiten las penas. Calpe marcando caminos en el Mar Mediterráneo, donde puedes sentir trinos de algún pájaro foráneo. Entre signos marineros te sientes medio encantado, hay ciertos barcos veleros que se les ve navegando. No sirve tener reflejos que vengan del mar profundo, desde la costa ves lejos lo que te regala el mundo. Navegando van los sueños entre estelas de pasiones, que pueden no tener dueños y anular muchas razones. Calpe con olas nocturnas que hacen más largas las noches, el mar puede tener tumbas que las olas son los broches. Muchos sueños marineros se quedan por estas costas, donde los aventureros miran las playas angostas. Calpe reluce en la noche con sus luces encantadas, a veces notas derroche entre casas bien cuidadas. Las luces de la alborada te despiertan con sus brillos, y ves a la madrugada con sus pasos más sencillos. Sin abrazar los lamentos, ni buscar sombras dañadas, no quieres los sufrimientos de estas jornadas negadas. Calpe despierta pensando en caricias bien logradas, y no quiere ver llorando a gentes empadronadas. Esta pandemia maldita, que no respeta verdades, nadie la siente que grita aunque viva en soledades. Calpe no quiere lamentos ni malas enfermedades, ni sueña ver sufrimientos con algunas falsedades. Los caminos al invierno vienen deprisa llegando, tienen el virus eterno que pueden dejar llorando. Entre sombras tenebrosas las noches se van pasando, con sus penas no dichosas que pueden llegar clamando. Las claridades enormes de las grandes alboradas, dejan las brisas conformes siendo dulces madrugadas.
G X Cantalapiedra.