LOS FANTASMAS ESTUVIERON EN CALPE
Los fantasmas estuvieron con sus voces ocultadas,
en la torre se escondieron asustando madrugadas.
Dicen que dejan señales que pudieran ser misterios,
no me parecen normales en muchos momentos serios.
Nos cerraron las salidas, los pernios dejaron viejos,
los óxidos quitan vidas y pueden darte complejos.
El mar tuvimos delante con las olas y sus miedos,
una tormenta arrogante nos dejó penosos credos.
Esa torre de viviendas con ruidos que quitan sueños,
donde se pierden las riendas si piensas tiempos risueños.
El cerrajero tranquilo nos quiso borrar enredos,
y puso sobre su filo algún fantasma agorero.
Anulamos los cerrojos, para no quedarnos dentro,
tuvimos puestos los ojos en aquel piso de centro.
A las tres de la mañana los ruidos eran infierno,
en aquella vida sana el fantasma busca invierno.
Pensamos en seguir vivos, como quien borra el veneno,
y pusimos adjetivos para seguir siendo buenos.
Entre las torres viviendas de aquel tan bonito pueblo,
los fantasmas tienen riendas que al pensarlo solo tiemblo.
Mire de noche a La Luna, el mar brillaba de lejos,
de noche sentí la cuna de algún niño con sus viejos.
Las estelas de la Luna sobre los mares desiertos,
hacen recordar fortuna de algunos sufridos muertos.
Un Peñón como testigo te deja bellos momentos,
el fantasma da castigo y te ofrece sufrimientos.
G X Cantalapiedra.
Los fantasmas estuvieron con sus voces ocultadas,
en la torre se escondieron asustando madrugadas.
Dicen que dejan señales que pudieran ser misterios,
no me parecen normales en muchos momentos serios.
Nos cerraron las salidas, los pernios dejaron viejos,
los óxidos quitan vidas y pueden darte complejos.
El mar tuvimos delante con las olas y sus miedos,
una tormenta arrogante nos dejó penosos credos.
Esa torre de viviendas con ruidos que quitan sueños,
donde se pierden las riendas si piensas tiempos risueños.
El cerrajero tranquilo nos quiso borrar enredos,
y puso sobre su filo algún fantasma agorero.
Anulamos los cerrojos, para no quedarnos dentro,
tuvimos puestos los ojos en aquel piso de centro.
A las tres de la mañana los ruidos eran infierno,
en aquella vida sana el fantasma busca invierno.
Pensamos en seguir vivos, como quien borra el veneno,
y pusimos adjetivos para seguir siendo buenos.
Entre las torres viviendas de aquel tan bonito pueblo,
los fantasmas tienen riendas que al pensarlo solo tiemblo.
Mire de noche a La Luna, el mar brillaba de lejos,
de noche sentí la cuna de algún niño con sus viejos.
Las estelas de la Luna sobre los mares desiertos,
hacen recordar fortuna de algunos sufridos muertos.
Un Peñón como testigo te deja bellos momentos,
el fantasma da castigo y te ofrece sufrimientos.
G X Cantalapiedra.