ENTRE BRISAS DEL MEDITERRÁNEO
Esas brisas marineras que destilan simpatía, nunca fueron las barreras que nos dieron agonía. Calpe de brisas airosas repletas con armonía, vives sus horas dichosas sin notar su lejanía. Brisas que vienen marcando sus perfectas sintonías, la noche viene dejando otras nuevas melodías. El Peñón no queda lejos, ni sus sombras deprimidas, el mar nos deja reflejos entre brisas escogidas. Ifach de noche mirando esas torres altaneras, que a veces están dejando brisas en calles enteras. Calpe de playas hermosas donde se viven locuras, sombras que marchan dichosas sin conocer amarguras. Hay caminos con sus brisas que te marcan sensaciones, que pudieran dar sonrisas a la vez de exclamaciones. Cuando las brisas volando vienen por la mar serena, el aire llega gozando para quitar mucha pena. Trescientos treinta y dos metros tiene el Peñón en altura, con muchos signos inquietos que nos hablan de locura. Sentir las brisas marinas contemplando todo Calpe, es vivir horas divinas buscando a la vida escape. Sentir esta tierra hermosa encontrando la alegría, es conocer bien la rosa que te ofrece la armonía. Hay brisas que van volando sin entender de senderos, por detrás vienen dejando recuerdos aventureros. Cuando la tarde termina con la mar toda serena, muchas penas elimina haciendo la noche buena. Sin esperar otros vientos, la noche marcha tranquila, la pandemia es sufrimientos que nunca guardaron fila. Calpe lo vive notando, la pandemia no termina, la vacuna va llegando mientras la gente examina. Esperemos soluciones que nos llenen de alegría, no queremos negaciones ni pensar en triste día. G X Cantalapiedra.
Esas brisas marineras que destilan simpatía, nunca fueron las barreras que nos dieron agonía. Calpe de brisas airosas repletas con armonía, vives sus horas dichosas sin notar su lejanía. Brisas que vienen marcando sus perfectas sintonías, la noche viene dejando otras nuevas melodías. El Peñón no queda lejos, ni sus sombras deprimidas, el mar nos deja reflejos entre brisas escogidas. Ifach de noche mirando esas torres altaneras, que a veces están dejando brisas en calles enteras. Calpe de playas hermosas donde se viven locuras, sombras que marchan dichosas sin conocer amarguras. Hay caminos con sus brisas que te marcan sensaciones, que pudieran dar sonrisas a la vez de exclamaciones. Cuando las brisas volando vienen por la mar serena, el aire llega gozando para quitar mucha pena. Trescientos treinta y dos metros tiene el Peñón en altura, con muchos signos inquietos que nos hablan de locura. Sentir las brisas marinas contemplando todo Calpe, es vivir horas divinas buscando a la vida escape. Sentir esta tierra hermosa encontrando la alegría, es conocer bien la rosa que te ofrece la armonía. Hay brisas que van volando sin entender de senderos, por detrás vienen dejando recuerdos aventureros. Cuando la tarde termina con la mar toda serena, muchas penas elimina haciendo la noche buena. Sin esperar otros vientos, la noche marcha tranquila, la pandemia es sufrimientos que nunca guardaron fila. Calpe lo vive notando, la pandemia no termina, la vacuna va llegando mientras la gente examina. Esperemos soluciones que nos llenen de alegría, no queremos negaciones ni pensar en triste día. G X Cantalapiedra.