SIN COMPLEJOS NI REFLEJOS
Cuando se pisan caminos sin entender de complejos, no precisas adivinos ni ver las cosas de lejos. Los complejos son torpezas que la vida nos va dando, que se abrazan a perezas si quieres seguir andando. Cuando caminas sin rumbo entre sueños despistados, te sientes un vagabundo con los pasos mal llevados. La vida nos va mostrando sus caminos desolados, por donde vamos mirando en momentos despistados. En Calpe quedan caminos donde crecen los fantasmas, cada cual tiene sus signos sin entender de reclamas. Los fantasmas de la noche que van buscando sus almas, algunos con el reproche de padecer entre calmas. Fantasmas que van perdidos, algunos por la distancia, tienen pasos escondidos pero buscan arrogancia. Los fantasmas de la noche caminan con sombras bajas, ellos quieren poner broche a gentes que se relajan. La noche viene brillando, La Luna llega encantada, El Peñón sigue marcando esa tierra tan amada. Los fantasmas de la noche se van con la madrugada, ellos ponen su gran broche a la suave marejada. Hay fantasmas caminando a las dos de la mañana, ellos siguen engañando a cualquier persona sana. En Calpe brillan las olas sin ver luces encantadas, dicen que caminan solas entre brisas enmarcadas. Cuando divisas fantasmas a las tres de la mañana, parecen que buscan camas viviendo la vida vana. Desde las torres más altas, donde buscas la alborada, a veces los brillos saltan buscando su encrucijada. Calpe tiene sus misterios y sus torres elevadas, en ciertos momentos serios buscas cumbres embrujadas. Cuando recorres sus calles en horas de madrugada, en Calpe ves los detalles de alguna sombra ocultada. G X Cantalapiedra. 17 – 2 – 2021.
Cuando se pisan caminos sin entender de complejos, no precisas adivinos ni ver las cosas de lejos. Los complejos son torpezas que la vida nos va dando, que se abrazan a perezas si quieres seguir andando. Cuando caminas sin rumbo entre sueños despistados, te sientes un vagabundo con los pasos mal llevados. La vida nos va mostrando sus caminos desolados, por donde vamos mirando en momentos despistados. En Calpe quedan caminos donde crecen los fantasmas, cada cual tiene sus signos sin entender de reclamas. Los fantasmas de la noche que van buscando sus almas, algunos con el reproche de padecer entre calmas. Fantasmas que van perdidos, algunos por la distancia, tienen pasos escondidos pero buscan arrogancia. Los fantasmas de la noche caminan con sombras bajas, ellos quieren poner broche a gentes que se relajan. La noche viene brillando, La Luna llega encantada, El Peñón sigue marcando esa tierra tan amada. Los fantasmas de la noche se van con la madrugada, ellos ponen su gran broche a la suave marejada. Hay fantasmas caminando a las dos de la mañana, ellos siguen engañando a cualquier persona sana. En Calpe brillan las olas sin ver luces encantadas, dicen que caminan solas entre brisas enmarcadas. Cuando divisas fantasmas a las tres de la mañana, parecen que buscan camas viviendo la vida vana. Desde las torres más altas, donde buscas la alborada, a veces los brillos saltan buscando su encrucijada. Calpe tiene sus misterios y sus torres elevadas, en ciertos momentos serios buscas cumbres embrujadas. Cuando recorres sus calles en horas de madrugada, en Calpe ves los detalles de alguna sombra ocultada. G X Cantalapiedra. 17 – 2 – 2021.